Ciruelos, perales, manzanos… prácticamente la totalidad de los frutales de nuestras comarcas han despertado al unisono, sumándose al espectáculo de cerezos y guindos que, aún conservando su flor, empìezan ya a vestirse de verde. A ellos se les unen abubillas, cucos y demás aves migratorias que desde hace unos días pueblan también nuestras arboledas y campos.
Ha llegado el esplendor de la primavera y nosotros, observadores privilegiados, tenemos ocasión de seguir día a día su evolución.